Puedo quererte y quererte hasta agotar el alma de poesía inventada. Puedo soñarte hasta caer rendida por el cansancio bajo las patas de mi cama. Amarte más allá de mí; más allá de mis dudas. Puedo buscarte en cada rincón del planeta con el único vehículo de mi imaginación que reconstruye cada milímetro de tu cara y de tu pelo como un detective perfecto. 
Quizá puedo hacerlo… pero ya no quiero. No quiero perder mi presente en perseguir el pasado alimentando el eco de un desamor que flota en la lejanía de mis recuerdos de fresa. Describiendo el mapa de mi idealidad. Deseo ser feliz aquí y ahora pero no voy a desperdiciar mi calendario vital en una espera sin sentido. A partir de hoy, tú sólo serás un verso de mi juventud con rima imperfecta. Arropada por la sombra de tus labios fui feliz, sin embargo, me siento mejor ahora que tomo impulso para ir en busca de mi futuro.

Maite Nicuesa Guelbenzu